En el Renacimiento, se crean grandes
obras que devuelven a la danza valor social. En el siglo VII nació
el ballet en Francia, de la mano de Luis XIV, se abrió la primera
Real Academia. Comienzan a proliferar los bailes sociales.En Alemania
y a partir de un landier modificado, aparece el vals y, poco a poco,
se introduce en todas las cortes europeas. En el siglo XX, aparece la
escuela rusa revolucionando el ballet y nacen las danzas modernas
como reacción a la rigidez de éste
¿HASTA QUÉ PUNTO CONSIDERARÍAS QUE UN BAILARÍN ES UN ARTISTA?
Todo aquel que se recree verdaderamente en un arte como medio de expresión, es un artista. Aquel que merece ser llamado bailarín es porque la danza es la clara extensión de sus emociones, variables desde la indiferencia hasta los más dolorosos pesares, pasando por sentimientos tan frecuentes como la alegría. Si una persona es capaz de crear cualquier clase variación en los sentimientos de otra, si es capaz de producir atracción, si puede originar admiración o incluso causar un vacío mediante el uso de movimientos armonizados con la música, bienvenido sea al mundo del arte, y más concretamente a la danza. Sin embargo, un bailarín no es bailarín sólo cuando baila; cuando anda, cuando escucha música, hasta al pasar las páginas de los libros, un bailarín es “diferente”, y pese a que desconfío de mi capacidad de acentuar o distinguir esa diferencia, estoy segura de que existe. Por tanto, si un bailarín es bailarín más allá que cuando asegura su arte con la danza, será artista también en cualquier otro aspecto que la haga distinguirse de la mayoría indiferente.
Todo aquel que se recree verdaderamente en un arte como medio de expresión, es un artista. Aquel que merece ser llamado bailarín es porque la danza es la clara extensión de sus emociones, variables desde la indiferencia hasta los más dolorosos pesares, pasando por sentimientos tan frecuentes como la alegría. Si una persona es capaz de crear cualquier clase variación en los sentimientos de otra, si es capaz de producir atracción, si puede originar admiración o incluso causar un vacío mediante el uso de movimientos armonizados con la música, bienvenido sea al mundo del arte, y más concretamente a la danza. Sin embargo, un bailarín no es bailarín sólo cuando baila; cuando anda, cuando escucha música, hasta al pasar las páginas de los libros, un bailarín es “diferente”, y pese a que desconfío de mi capacidad de acentuar o distinguir esa diferencia, estoy segura de que existe. Por tanto, si un bailarín es bailarín más allá que cuando asegura su arte con la danza, será artista también en cualquier otro aspecto que la haga distinguirse de la mayoría indiferente.
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